La bioseguridad en el quirófano es vital para prevenir infecciones y garantizar la seguridad tanto del paciente como del personal de salud. Su importancia radica en establecer un entorno estéril mediante normas y barreras para controlar los riesgos biológicos, como la exposición a agentes infecciosos, para proteger a todos los involucrados en un procedimiento quirúrgico.