Midiendo Nuestro huerto escolar y Nuestros Sueños”
En la Sede Varones tenemos un huerto escolar, es un laboratorio de aprendizaje al aire libre. Este espacio rectangular, que con tanto esmero cultivamos, tiene unas medidas muy claras: 6 metros de largo por 4 metros de ancho. Estas dimensiones nos permiten observar la magnitud de nuestro trabajo y planificar el futuro de nuestras cultivos.
Cuando pensamos en cuánto espacio tenemos para sembrar dentro del huerto, estamos hablando de su área. Si imaginamos que cada metro cuadrado es un cuadrito en un baldosa nuestro huerto tiene 6×4=24 cuadritos de espacio fértil. Esto nos dice que hay suficiente lugar para una variedad de plantas, desde ñame que se esconden bajo tierra hasta las caraotas que crecen enrrredandose y buscando el sol. Conocer el área nos permite inferir la posible diversidad de cultivos y la cantidad de alimento que podemos producir.
Pero el huerto no es solo el espacio interior; también tiene un borde, una línea que lo rodea. Esa línea es su perímetro. Para calcularla, simplemente sumamos la longitud de todos sus lados: 6+4+6+4=20 metros. El perímetro es importante si pensamos en proteger nuestro huerto con una cerca, o si quisiéramos trazar un camino alrededor para no pisar las plantas. De hecho, el perímetro nos sugiere la longitud de la barrera que necesitaríamos para protegerlo de pisadas de personas no autorizadas que maltraten las plantas y animales curiosos o para delimitarlo visualmente, lo que implica una inversión en materiales.
Además de las medidas físicas, también gestionamos un presupuesto para que nuestro huerto sea una realidad. Cada gasto, desde las semillas hasta las herramientas que usamos para remover la tierra, es un dato valioso. Por ejemplo, si los datos recopilados nos muestran que la mayor parte del presupuesto se destinó a "herramientas" en lugar de "semillas y plántulas", podemos inferir que la inversión inicial se enfocó en la infraestructura y en la durabilidad del proyecto. Si analizamos estos gastos en un gráfico, como un diagrama de barras, podemos "observar a simple vista en qué se invirtió más dinero y dónde podríamos ajustar para futuras cosechas. Un presupuesto detallado nos permite decidir , anticipar necesidades y, asegurar la sostenibilidad de nuestro huerto.
Así, el huerto escolar se convierte en una aula viva donde los números y las mediciones son herramientas prácticas para planificar, crecer y soñar con una cosecha.