El Asentamiento Nuevo Comienzo surgió a partir de Enero de 2020 después de que se corriera la voz en Santa Catalina (Montevideo) acerca de la posibilidad de asentarse en el predio que cubre 72 hectáreas. En un principio, 600 familias se instalaron allí tras constatar que no habían cercos ni carteles que hicieran mención de que este terreno se encontraba bajo la propiedad de una Empresa de Logística, cuyo propósito, estaba en construir a futuro una playa de contenedores.
Los vecinos que contactaron con la prensa, explicaron que desde hace varios años el terreno se mantuvo abandonado, y que incluso, era utilizado para depositar autos y otros objetos robados. Sin embargo la situación derivó en procedimiento judiciales y policiales, con al menos 32 personas detenidas por usurpación ilegal. El Fiscal del caso señala denuncias por parte de la empresa privada y de la Intendencia de Montevideo.
Asentamiento Nuevo Comienzo se enclava en un territorio que se encuentra dividido por un colector (saneamiento) que corta el predio en dos y se cataloga como zona inundable. No cuenta con servicios básicos como agua, energía, iluminación, redes de saneamiento, entre otros. Las 300 familias que se mantienen, entre ellos 70 niños dependen de 3 grifos de agua para alimentarse e higienizarse.
El conflicto por el acceso a la vivienda ha movilizado a la Universidad, a la Intendencia de Montevideo, a abogados, ONGs, a Ministerios, al periodismo y a gran parte de la sociedad que se ve implicada de algún modo. Los hechos van en contra de la zonificación desarrollada por arquitectos, geógrafos y urbanistas.